CEDHV: LA SOLUCIÓN

Por Rebeca Ramos Rella

Hace combustión competencia entre suspirantes y contendientes a presidir la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Veracruz. Evidencia del jaloneo, la importancia de una institución que representa además del fundamento humanista, civilizado, justo, democrático y moderno de su existencia, considerables recursos, autonomía, reflectores, autoridad moral frente a los Poderes del Estado y órdenes de gobierno. Y a cada cambio, una nueva oportunidad. Señalan crudamente investigadores y escasos auténticos y meritorios candidatos al cargo, que en Veracruz es vergonzosa la violación de los derechos humanos; es necio negarlo o intentar diluirlo en declarativas mediáticas. Pero si hemos avanzado como sociedad y hoy tenemos Comisión, ley, reformas, todo un entramado institucional que debe garantizar  a toda persona el goce pleno de sus derechos ¿Qué es lo que ha fallado? Falta de cultura y difusión de los derechos humanos; descoordinación y lánguida corresponsabilidad entre gobierno e institución; autonomía simulada; contaminación de estructura por intereses políticos y partidistas; indiferencia hacia recomendaciones; ausencia de reivindicación de víctimas; carencia de perfil y compromiso de quienes integran la Comisión; desconfianza ciudadana. Es claro que no podemos estar al nivel de efectividad de una institución tan avanzada mundialmente, cuando se insiste en concebirla como cobijo de cuates –adeptos aunque ineptos- y en prostituir sus principios, objetivos y esencia, en  cambalache rupestre de pago de facturas políticas, en pactos sospechosos en el cielo, en el averno. En el pecado llevan la penitencia.

Es indudable y lamentable que el proceso de selección que compete al Congreso local esté politizado y leamos y escuchemos a varios inscritos, ladrar y enseñar mandíbulas en descalificación subjetiva, tan primitivos y descartables, que dan grima. Qué esperanza que así de severos se desgañitaran como inquebrantables guardianes en defensa de los y las víctimas de violaciones a sus derechos humanos en Veracruz, en incidencias más comunes: tortura, tratos crueles, degradación de integridad personal; dilación, entorpecimiento, en integración de averiguaciones previas que obstruyen administración y procuración de justicia; en inaccesibilidad a educación y salud por discriminación en sus diversas caras, racismo, inequidad, mala praxis, segregación contra libertad de conciencia, por discapacidades; en contaminación y destrucción del medio ambiente y de recursos naturales vitales, que padecen mayoritariamente niños, jóvenes, mujeres y ancianos, indígenas y pobres -4 millones de veracruzanos-. Hay mucho qué hacer, modificar y resolver en la CEDHV  y sólo una especialista certificada, reconocida nacional e internacionalmente, respetada en ética y perfil profesional, sin inclinaciones ideológicas ni vasallajes convenientes, puede garantizar al pueblo de Veracruz, imparcialidad, conocimiento, experiencia, compromiso y convicción por los derechos humanos y por innovar en una institución que en caso de presidirla, con su trayectoria y capacidad le otorgaría estatus de referente nacional.

Namiko Matzumoto, abogada, maestra en psicología jurídica y criminología, doctorada en derecho, especialista en Sistemas Internacionales de Protección de la Persona Humana, es Catedrática en la Facultad de Derecho e Investigadora y Coordinadora del Programa de Derechos Humanos de la Universidad Veracruzana, ha asesorado a destacados jóvenes veracruzanos premiados nacional e internacionalmente en competencias de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario. Ponente en foros en México y el exterior, es autora de diversos artículos sobre el tema y coautora del libro “Análisis de la Jurisprudencia de la Corte Interamericana”. En 2007 el Gobierno del Estado la reconoció por su labor por los derechos humanos de las mujeres y en 2010 por la Asociación de Participantes del Concurso Interamericano de Derechos Humanos, en la American University, en el Washington College Of Law. Tiene experiencia como servidora pública, como secretaria proyectista de la Sala Superior del Tribunal de lo Contencioso Administrativo del Poder Judicial del Estado. Hoy coordina la Red Internacional de Escuelas y Facultades de Derecho en favor de una cultura de los Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario.

A diferencia amplia y afortunada de panistas a medias, perredistas evasivos de violaciones a niñas y beneficiados financieramente, de bendecidos por sotanas jerárquicas y de baja confiabilidad, de improvisados y apresurados que quieren pero los eclipsan desconocimiento y sospechas de imposiciones y el brillante y pulcro trayecto de la doctora Matzumoto -lejos del desgaste de politiquerías, está en lo suyo y de todos- propone: 1)  Privilegiar mecanismos de respuesta inmediata que acorten tiempos entre la interposición de quejas y recomendaciones, como ocurre. 2) Soluciones amistosas sin llegar a recomendaciones, que terminen con la violación y reparen a la víctima. 3) Medidas cautelares para evitar la causación de un daño irreparable y brindar protección a la víctima. 4) Impulsar atención integral a víctimas mediante convenios con barras y colegios de abogados y bufetes jurídicos gratuitos de instituciones académicas para casos que requieran defensa jurisdiccional de sus derechos, así la CEDHV facilitaría defensa. 5) Lograr atención psicológica a cargo de la autoridad responsable. 6) Otorgar garantías de no repetición y satisfacción a las víctimas, como lo hacen organismos internacionales. 7) Profesionalizar la CEDHV y erradicarla como bolsa de trabajo para recomendados –hoy el 80% de servidores no está calificado-. Atender, calificar, integrar y resolver adecuadamente, requiere perfiles, lenguaje y perspectiva en derechos humanos. 8) Ante nula información sobre violaciones, crear un sistema de información sistematizada y geo-referenciada, con el apoyo de la UV y del Gobierno y la metodología desarrollada que ya existe. Habría catálogo de violaciones y diagnósticos de derechos humanos para actuar en prevención.

La especialista apoyada por 80 asociaciones civiles, 29 sindicatos, 5 sociedades cooperativas, 12 instituciones académicas -7 extranjeras-, más de 50 remarcables intelectuales, académicos, líderes, servidores del Poder Judicial, en suma 176 votos de confianzas más los representados, posee el perfil idóneo, el currículum, la vocación, la presencia y la autoridad moral más sólida para ser electa Presidenta de la CEDHV, sólo si los legisladores no sucumben a líneas autocráticas ni a componendas partidistas; sólo si en genuina responsabilidad política, cumplen con el mandato ciudadano y soslayan grilla básica para preocupare porque Veracruz cuente con una Comisión efectiva, institución orgullo de la democracia, autonomía y construcción de ciudadanía que demandan los veracruzanos, hartos de trueques cupulares, mientras los sobajan injusticias y desigualdades. Ya basta de transar con sus derechos humanos.

Entusiasta, segura, sencilla, accesible y talentosísima, veracruzana ejemplar, una mañana en agradable encuentro inesperado se topó con nuestro Gobernador quien determinado le garantizó proceso democrático y transparente en la elección de la presidencia de la CEDHV. Ojalá nuestros legisladores actúen con inteligencia y secunden la voluntad del Ejecutivo y la elijan. Namiko Matzumoto no sólo es la única mejor opción, es la solución.



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